Ahora sí que la Liga española tomó otro color. Es que con el pobre empate ofrecido ayer entre Real Madrid y Valencia en el Santiago Bernabéu, el torneo se puso al rojo vivo ya que le permitió a Barcelona reducir a cuatro puntos la distancia en la lucha por el título. Otro dato significativo es que el equipo blanco sumó su tercera igualdad en los últimos cinco cotejos. Pensar que hace algunas jornadas el merengue lideraba con 10 unidades de ventaja.
En cinco semanas se definirá todo. Pero en el medio habrá un clásico y 21 puntos para definir un título. Los dos pesos pesados de la península se jugarán mucho. Porque además siguen siendo protagonistas en el plano internacional, ya que tanto el culé como el merengue están en las semifinales de la Champions. Además, el culé jugará la final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bielsa.
La diferencia de dificultad en el calendario de ambos conjuntos, sumado a la proximidad de un clásico en el Camp Nou y a la realidad futbolística de cada uno de los equipos permiten creer en una definición del título recién en las últimas jornadas. No es para menos. Los dos llegan a las últimas cinco semanas de liga con realidades diferentes. Real Madrid sumó tres empates en los últimos cinco encuentros, Barcelona hilvanó nueve victorias al hilo. Además, Messi sigue brillando.
Como si eso fuera poco, ambos se verán las caras en el Camp Nou en el fin de semana del 21 al 22 de abril, partido que deberán afrontar entre los dos duelos de las semifinales de la Liga de Campeones. Hasta el clásico, Real deberá enfrentar a Atlético de Madrid el próximo miércoles, Sporting de Gijón el sábado y afrontará la ida de semifinales de la Champions contra Bayern Múnich el martes 17. Barcelona, a su vez, recibirá mañana a Getafe, visitará a Levante el sábado y jugará contra Chelsea, también por la Champions, el miércoles 18.
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